DOCUMENTAL: El gran timo del Calentamiento Global


www.Tu.tv
Documental emitido por Telemadrid que da otra visión del supuesto Cambio Climático.

Radiación Ultravioleta España

martes, 15 de enero de 2008

Y ahora... el enfriamiento global

Un centro de investigación independiente de Florida confirma una teoría anunciada por la NASA en 2006: el Sol entrará en un proceso de “hibernación” en apenas 20 ó 30 años. El nuevo ciclo solar podría provocar una “peligrosa llegada de frío” al planeta.

El supuesto consenso científico en torno a la existencia de un progresivo calentamiento global provocado por el aumento de las emisiones de CO2 a la atmósfera del planeta corre el riesgo de convertirse en una de las mayores falacias de la historia de la ciencia. Al menos, si se confirma una nueva teoría acerca del cambio climático que es totalmente opuesta a la defendida por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Las previsiones del IPCC apuntan a que las temperaturas a finales de este siglo aumentarán entre 1,8 y 4 grados respecto al periodo 1980-1999. Pero la realidad puede ser bien distinta: hacia el año 2030, las temperaturas podrían descender drásticamente.

El calentamiento climático que sufre el planeta, de apenas 0,017 grados centígrados al año, según las mediciones que desde 1979 realizan los satélites en diferentes niveles de la atmósfera terrestre –estimaciones mucho más precisas que las realizadas en la superficie–, podría mutar hacia el inicio de una nueva era glaciar o, al menos, de enfriamiento global. La causa de este particular proceso respondería a los distintos ciclos de actividad que cada cientos o, incluso, miles de años, registra el Sol.

Deceleración
El Space and Science Research Center (SSRC) de Florida acaba de confirmar una teoría sobre la reducción de la actividad solar avanzada por la NASA en 2006. Entonces, la entidad científica más prestigiosa del planeta en materia de investigación espacial detectó un particular fenómeno: "La superficie del Sol está experimentando importantes cambios" que podrían tener "repercusiones sustanciales sobre la futura actividad solar". "Normalmente, el cinturón solar avanza a una velocidad media de 1 metro por segundo. Sin embargo, en los últimos años, se ha decelerado hasta los 0,75 metros por segundo en su parte norte y hasta 0,35 en el sur. Nunca hemos observado una velocidad tan baja", afirmaba entonces la NASA. De acuerdo con esta teoría, puesto que la velocidad de dicho cinturón influye en la intensidad solar, "un cinturón lento implica una actividad solar más baja", según los científicos del organismo espacial estadounidense.

Según la observación de los expertos, tales indicios apuntan a que el denominado "Ciclo Solar 25 comenzará a partir de 2022", y éste implicará uno de los periodos de actividad solar "más débiles desde hace siglos". Ahora, el SSRC de Florida acaba de confirmar la teoría anunciada por la NASA. Según el director de este organismo, John Casey, los cambios que experimenta la superficie del Sol son "el resultado de ciclos que provocan oscilaciones climáticas que varían desde el enfriamiento al calentamiento una y otra vez" en el planeta Tierra.

Por ello, "se avecina un nuevo cambio climático", pero, a diferencia de lo defendido por la ONU y los grupos ecologistas, provocará "un periodo de intenso frío en el planeta". El departamento que dirige Casey afirma que la alternancia de los distintos ciclos solares a lo largo de los últimos 1.100 años influye de forma directa en las temperaturas que registra la Tierra en una probabilidad superior al 90%, según el estudio de SSRC. La llegada del Ciclo 25, tal y como anunció la NASA, provocará un "enfriamiento global". Un fenómeno que Casey no duda en denominar "hibernación solar". De hecho, según esta misma teoría, "no resultaría extraño que se registrasen temperaturas más altas en el planeta justo antes de que éstas caigan de forma drástica", advierte. Algo que coincidiría con el proceso de calentamiento global que acontece en la actualidad. Este organismo prevé que la "llegada de una peligrosa era glaciar" se producirá en apenas 20 ó 30 años.

Debilidades del IPCC
De confirmarse, este fenómeno desmontaría toda la teoría del calentamiento que tanta preocupación ha generado a lo largo de los últimos años, y cuya causa, según la ONU, se debe a la actividad humana: la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. De este modo, el supuesto consenso científico presenta, en realidad, grandes debilidades. El documental El gran timo del cambio climático, dirigido por el británico Martin Durkin, ya adelantaba una teoría muy similar basada en la opinión de diversos científicos repudiados por el IPCC. La Academia de Ciencias Rusa reafirmó también la importancia de la actividad solar en el clima del planeta: "Se avecina una glaciación", advirtieron.

Las ‘pequeñas Edades de Hielo’
El enfriamiento climático de la Tierra debido a la relajación de la actividad solar no es nuevo: en el último milenio ha habido varios de estos ciclos bien documentados. Los últimos son el Mínimo Spörer (1420-1570), el Mínimo Maunder (1645-1715) y el Mínimo Dalton (1790-1820). En España, estos periodos glaciales en miniatura hicieron que se vieran hielos flotantes en Baleares, en la primera semana de 1697, o las reiteradas ocasiones en las que el río Ebro se congeló junto al mar, en Tortosa, en diciembre de 1506, cuando la gente lo cruzaba a pie.

Estos ciclos, cuyo frío e impacto en la agricultura fueron un grave problema para la subsistencia humana, dejó al menos algunas curiosidades celebradas. Por ejemplo, un estudio estadounidense asegura que los violines construidos al final del Mínimo Maunder por Amati, Guarneri y Stradivarius debieron su calidad no sólo a la maestría de estos luthiers, sino también a las características de la madera de los árboles que crecieron en ese periodo, lo que marcó, quizá, la diferencia en el tono y brillantez de los instrumentos.

Fuente: Expansion

jueves, 10 de enero de 2008

La provincia registra por primera vez en diez años superávit de lluvias

La provincia cerró el año pasado con superávit de lluvias por primera vez en la última década. Las precipitaciones aumentaron en 2007 un 53 ciento sobre la media normal.

Las cuatro «gotas frías» que sacudieron la provincia durante el mes de octubre, con registros de lluvias que llegaron a superar los 200 litros por metro cuadrado en algunos municipios de la Marina Alta en tan solo veinticuatro horas, provocaron que 2007 fuera el año más lluvioso desde 1989 y, además, que todas las comarcas de la provincia cerraran con superávit de precipitaciones, algo que no se recordaba desde 1997 tras la riada que asoló la ciudad de Alicante durante el mes de septiembre.
El Instituto Nacional de Meteorología avanzó ayer que la provincia recogió de media 510 litros por metro cuadrado, con puntas de hasta dos mil litros por metro cuadrado como los que se registraron en el observatorio del Sanatorio de Fontilles, lo que supuso un 53% por encima de la media de lluvia considerada normal por el Instituto. El balance del ente del Ministerio de Medio Ambiente revela, por otra parte, que al carácter lluvioso de 2007 se unió el hecho de también fue un año cálido, sobre todo durante el invierno y la primavera. Los municipios donde hizo más calor se localizaron en la franja litoral y prelitoral, con especial incidencia en Elche, Crevillent, Callosa de Segura y Albatera, localidades donde la temperatura media rozó los veinte grados (19,40).
Tormos, Orba y Benichembla, municipios de la Marina Alta, la comarca más castigada por las lluvias, cerraron con registros por encima de los 1.700 litros por metro cuadrado, una cifra que representó un superávit del 93%, según Meteorología. En general, el año fue lluvioso en todas las comarcas -incluso la Vega Baja tuvo un 18% más de lluvia- de la provincia y en el resto de la Comunidad Valenciana, donde sólo hubo datos negativos en el Rincón de Ademuz y Requena. Paradójicamente y en una situación que no se recordaba desde hace 10 años y que no es nada frecuente en general, las tres comarcas de la Comunidad más lluviosas fueron alicantinas: Marina Alta, Comptat y la Marina Baixa, con un 80% más de lluvias en su conjunto. Las precipitaciones más importantes se registraron en octubre en la franja costera, lluvias otoñales que ayudaron a recuperar acuíferos aunque no fueran muy generosas en el interior. El balance positivo ha contribuido a amortiguar la sequía que sacude el Júcar y el Segura, aunque no sea suficiente para levantar la alerta.
En cuanto a las temperaturas, el año 2007 fue el decimoctavo más caluroso desde 1951 y un poco más "frío" que 2006 que se había cerrado con un incremento medio de 1,6 grados. En la serie que maneja el Instituto Nacional de Meteorología figura como el año más frío del periodo 1951-2007 el año 1972.
El año 2008 comienza seco y soleado. En 10 días se han recogido seis litros por metro cuadrado.


Mejora la gestión del agua

La Comunidad Valenciana ha mejorado en los últimos diez años, (1996-2005), en seis puntos el nivel de gestión del agua que circula por la red de abastecimiento donde, no obstante, se sigue perdiendo un 24% del caudal. Un porcentaje similar al de Aragón, Baleares o Cantabria y que cae significativamente en algunos municipios como Alicante, donde el nivel de pérdidas está muy por debajo del 10%, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística. A nivel Comunidad, no obstante, el porcentaje de pérdidas sigue siendo de los más altos de España. En cuanto a las cantidades concretas de agua que se pierden en la red de distribución de la Comunidad Valenciana, la estadística ha pasado de los 88 litros por persona y día que se perdían en 1996 a los 73 litros de 1996, quince litros menos.

Fuente: diario información

domingo, 6 de enero de 2008

2007 es el año más lluvioso en la costa desde 1989

El año 2007 ha sido el año más lluvioso en el litoral valenciano de los últimos 18 años. Sin embargo, el hecho de que las lluvias se produjeran, principalmente, en la costa de Valencia a Alicante -y no en las cabeceras de los ríos- ha supuesto consecuencias mínimas para potenciar los recursos hídricos ya que los embalses no hayan visto aumentado su nivel.

Además, el jefe de climatología del Centro Meteorológico de Valencia, José Ángel Núñez, apuntó que este año ha sido el más lluvioso para la Comunidad Valencia «pero con matices». Y es que el total de litros por metro cuadrado que ha registrado la ciudad de Valencia, y algunas poblaciones del norte de Alicante, ha sido «excepcionalmente alto».
La capital del Túria ha contabilizado un total de 841,6 litros por metro cuadrado en 2007, casi el doble que el año anterior. De hecho, desde el año 1989 -donde se registraron precipitaciones de 976,6 litros por metro cuadrado- no se había producido una cuota similar.
«La cuota de las localidades cercanas a la capital es mucho menor, lo que aumenta la excepcionalidad de los episodios registrados en Valencia y el norte de Alicante», añadió Núñez. Las precipitaciones en el litoral valenciano durante el otoño de este año se han debido, según José Ángel Núñez, a la «inestabilidad marítima».

Fuente: diario información