Un informe del Instituto de Geografía sitúa a la provincia de Alicante como la última de España en disponibilidad de agua por habitante y año, con 408 metros cúbicos por persona.
La sequía que sufre la provincia ha provocado que los alicantinos tan sólo dispongan para su consumo de 408 m3 de agua al año -incluidos todos los usos-, lo que representa un 85% menos que la media de España -2.829 m3 por habitante y año- y un 87% en relación con la UE, donde cada habitante cuenta con 3.100 m3 al año, según refleja el último informe del Instituto de Geografía de la Universidad de Alicante sobre los recursos hídricos de la provincia. En lo últimos ocho años, y debido a la falta de agua y aumento de la población, los recursos han caído en torno a 300 m3 por habitante, relegando a la provincia al último puesto por detrás de Murcia y Almería.
Alicante utiliza al año, además, un total de 250 hm3 de agua que se extrae de las bolsas subterráneas y que se consideran recursos no renovables -caudal que no se puede recuperar-. Una cantidad que representa, por ejemplo, tres veces la que se recibirá cada año por el trasvase Júcar-Vinalopó, sólo para regadío. La Comunidad Valenciana cuenta con unos recursos medios de 739 m3 por habitante/año; Valencia 910 m3 y Castellón, 1.066 m3. Según los catedráticos Antonio Gil Olcina y Antonio Rico, "sin lugar a dudas Alicante es la provincia peor dotada de España porque a Murcia llega más agua del Tajo".
Por otro lado, el consumo de agua en los municipios alicantinos abastecidos por la Mancomunidad del Taibilla -Alicante, Elche, Aspe, Crevillent, Santa Pola, Hondón de las Nieves, parte de l´Alacantí y toda la Vega Baja- se triplicará en los próximos 12 años hasta alcanzar los 60 hm3. El consumo total de la cuenca del Segura -la más afectada por la sequía junto al Vinalopó- será de 260 hm3 calculándose para población total que oscilará entre los 1,7 millones de habitantes del mes de febrero a los 2,7 millones que se alcanzan en pleno mes de agosto debido a la incorporación de los turistas, sobre todo en la costa. La población y por tanto el consumo de agua crecerá hasta 2020, año a partir del cual se entrará en una etapa de estabilización.
Para afrontar este crecimiento y con el proyecto del trasvase del Ebro eliminado -el Gobierno no tiene intención de recuperarlo y en las condiciones actuales sería difícil plantear una transferencia Tortosa-Almería gane quien gane las elecciones-, el futuro de la provincia depende del éxito de la desalinización y del mantenimiento del trasvase Tajo-Segura, una transferencia de agua azotada también por la sequía y las sombras jurídicas que se incorporaron en la Ley 11/2005 de 22 de junio "que modificó la ley del Plan Hidrológico Nacional de julio de 2001 y que dice muy claro en su disposición adicional primera que el volumen de agua trasvasable desde la cabecera del Tajo se revisará en el futuro, oídas las comunidades autónomas afectadas, a medida que el Gobierno lleve a cabo las inversiones precisas para que resulten adecuadamente satisfechas las necesidades de la cuenca del Segura", advirtió ayer Antonio Rico.
Mientras la sequía avanza, los acuíferos del sistema l´Alacantí-Vinalopó cerraron 2007 con una nueva merma de los recursos hídricos y del nivel del agua de las bolsas subterráneas que está ya a 500 metros de profundidad en el pozo de la Sierra de Crevillent, según los datos que maneja la Junta Central de Usuarios. Tampoco se ha recuperado el acuífero de Carche-Salinas (Elda) cuyo nivel hídrico desciende un metro al mes. El déficit alcanzó los 107 hm3 "sobre el consumo real pero si nos atenemos a los derechos la cantidad alcanza los 170 hm3", explicó ayer Andrés Martínez, presidente de la Junta. Los acuíferos recibieron unos 50 hm3 como aporte natural pero se sacaron 150 hm3. "De ahí que nuestra petición de que el agua del Júcar-Vinalopó sea potable no es ningún capricho", sentenció Martínez.
Fuente: Diario Información
Alicante utiliza al año, además, un total de 250 hm3 de agua que se extrae de las bolsas subterráneas y que se consideran recursos no renovables -caudal que no se puede recuperar-. Una cantidad que representa, por ejemplo, tres veces la que se recibirá cada año por el trasvase Júcar-Vinalopó, sólo para regadío. La Comunidad Valenciana cuenta con unos recursos medios de 739 m3 por habitante/año; Valencia 910 m3 y Castellón, 1.066 m3. Según los catedráticos Antonio Gil Olcina y Antonio Rico, "sin lugar a dudas Alicante es la provincia peor dotada de España porque a Murcia llega más agua del Tajo".
Por otro lado, el consumo de agua en los municipios alicantinos abastecidos por la Mancomunidad del Taibilla -Alicante, Elche, Aspe, Crevillent, Santa Pola, Hondón de las Nieves, parte de l´Alacantí y toda la Vega Baja- se triplicará en los próximos 12 años hasta alcanzar los 60 hm3. El consumo total de la cuenca del Segura -la más afectada por la sequía junto al Vinalopó- será de 260 hm3 calculándose para población total que oscilará entre los 1,7 millones de habitantes del mes de febrero a los 2,7 millones que se alcanzan en pleno mes de agosto debido a la incorporación de los turistas, sobre todo en la costa. La población y por tanto el consumo de agua crecerá hasta 2020, año a partir del cual se entrará en una etapa de estabilización.
Para afrontar este crecimiento y con el proyecto del trasvase del Ebro eliminado -el Gobierno no tiene intención de recuperarlo y en las condiciones actuales sería difícil plantear una transferencia Tortosa-Almería gane quien gane las elecciones-, el futuro de la provincia depende del éxito de la desalinización y del mantenimiento del trasvase Tajo-Segura, una transferencia de agua azotada también por la sequía y las sombras jurídicas que se incorporaron en la Ley 11/2005 de 22 de junio "que modificó la ley del Plan Hidrológico Nacional de julio de 2001 y que dice muy claro en su disposición adicional primera que el volumen de agua trasvasable desde la cabecera del Tajo se revisará en el futuro, oídas las comunidades autónomas afectadas, a medida que el Gobierno lleve a cabo las inversiones precisas para que resulten adecuadamente satisfechas las necesidades de la cuenca del Segura", advirtió ayer Antonio Rico.
Mientras la sequía avanza, los acuíferos del sistema l´Alacantí-Vinalopó cerraron 2007 con una nueva merma de los recursos hídricos y del nivel del agua de las bolsas subterráneas que está ya a 500 metros de profundidad en el pozo de la Sierra de Crevillent, según los datos que maneja la Junta Central de Usuarios. Tampoco se ha recuperado el acuífero de Carche-Salinas (Elda) cuyo nivel hídrico desciende un metro al mes. El déficit alcanzó los 107 hm3 "sobre el consumo real pero si nos atenemos a los derechos la cantidad alcanza los 170 hm3", explicó ayer Andrés Martínez, presidente de la Junta. Los acuíferos recibieron unos 50 hm3 como aporte natural pero se sacaron 150 hm3. "De ahí que nuestra petición de que el agua del Júcar-Vinalopó sea potable no es ningún capricho", sentenció Martínez.
Fuente: Diario Información
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