La extinción del incendio que arrasa Gran Canaria podría tardar dos días como mínimo. Esta previsión refleja la magnitud de un suceso que afectó hoy especialmente a la zona de la Cruz de Santiago, situada entre Bartolomé de Tirajana y Mogán. Los equipos contra incendios trabajan «a destajo» para luchar contra unas llamas cuyo perímetro de control se extiende por 3.500 hectáreas, de las que 2.500 han sufrido las consecuencias de forma directa.
A la gravedad de la magnitud se añade el riesgo para la Reserva de la Biosfera, sin que se haya podido precisar con exactitud el número de hectáreas afectadas en este lugar. Para paliar los efectos del fuego y luchar en la extinción, siete helicópteros y un hidroavión surcan el aire, mientras 200 efectivos completan el equipo en tierra.
Respecto al presunto pirómano detenido, hoy se supo que no era trabajador del Cabildo de Gran Canaria, sino de la empresa Gesplan. Juan Antonio Navarro Armas, de 37 años y vigilante forestal, pasará mañana a disposición judicial por un incendio ante el que el presidente del Cabildo, José Miguel Pérez, se mostró hoy más «optimista».
Arde Cerro Muriano
El incendio declarado el viernes en el campo de tiro de las instalaciones militares de la localidad cordobesa de Cerro Muriano ha arrasado 3.500 hectáreas. De este total de encinar, pinar y matorral, 2.300 pertenecen al perímetro castrense, según los datos del comité asesor del Plan Infoca de la Junta de Andalucía.
El suceso mantiene movilizadas a 224 personas y en alerta a una zona de carretera y varios núcleos de viviendas, aunque no se esperan desalojos. La orografía del terreno y las altas temperaturas dificultan las tareas de extinción, especialmente en el frente más virulento.
Como causa del incidente, se considera un proyectil que yacía en el interior del campo de tiro. En rueda de prensa, el delegado del Gobierno de la Junta de Córdona, Antonio Márquez, el subdelegado del Gobierno central, José María Ruiz, y el delegado provincial de la Consejería de Medio Ambiente, Luis Rey, destacaron que no es la primera vez que se produce un suceso similar, aunque no tan grave, en el interior del perímetro militar.
Por ello, Ecologistas en Acción exigió hoy al Ministerio de Defensa que prohiba el empleo de fuego real en el campo de tiro en cuestión. Además, solicitó un plan de limpieza de proyectiles. La asociación afirmó que siempre que arde parte del campo, «el origen suele estar en el estallido de un proyectil que se ha quedado entre la maleza o medio enterrado».
Fuente: www.diariodenavarra.es
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